The Mozambican SuitcaseAquellos Maravillosos Años: de Skinheads, Rude Boys y Ska : PANTA REI

16 agosto 2013

The Mozambican Suitcase


Nuevo libro de fotografía sobre estos últimos tres años en Mozambique: The Mozambican Suitcase.

Disponible en formato electrónico y en papel aquí
leer más...

10 agosto 2013

Aquellos Maravillosos Años: de Skinheads, Rude Boys y Ska















Sí, yo estuve allí mamá, saltando, bailando y dando codazos con Laurel Aitken, Bad Manners, The Selecter, Dr. Ring Ding y The Toasters. Y cómo no, con Dr. Calypso, Skatalà y Obrint Pas.

"Para todos aquellos de ahí afuera que aun no lo sepan: This is Skaaaaaaaaa".

Sin Martens, Bomber ni Harrington. Pero armado con mi ropa de batalla, mi Fruit of the Loom gris (con su parche de Dr. Calypso, cosido por mi madre, por cierto) y mi chaqueta militar negra comprada en la Gijoe, no había pogo que se resistiera. Clase de aeróbico, con birra y humo incluídos. No hay gimnasio ni clase de spinning que iguale una hora y media de buen ska. Por supuesto, rodeado de skins, de los genuínos. De esos que asumen la historia y las raíces del movimiento.
En clase, me pasaba el día dibujando Rude Boys, con sus saxofones, sus gafas oscuras, sombreros y loafers blancos y negros. Tiras y tiras de cuadritos negros y blancos. Más allá de Bob Marley y el reggae, el ska me llevó a descubrir las raíces de la música jamaicana, de su evolución en la metrópoli londinense, de su influencia en la conformación de las tribus urbanas británicas, mestizas e interraciales. Supuso el primer contacto con los procesos colonizadores y la riqueza, cultural, que estos aportaron; pero en este caso, de la periferia hacia el centro.
Analizándolo ahora, me doy cuenta de cómo esa abertura a otras realidades y problemáticas sociales tuvieron un impacto en mi forma de ver el mundo. Más allá de la subcultura urbana de turno (que todo adolescente debe abrazar más tarde o más temprano), la conciencia de que todo proceso (musical, social, cultural) es una mezcla de influencias lejanas y remotas abría mi apetito de conocimiento. 
Cuando uno se entera de que una música como el ska, viene en realidad del boogie-boogie norteamericano, pasando por el Caribe, aunque personalizada en subculturas urbanas originalmente británicas, se da cuenta de que el mundo es más complicado de lo que parece. Y así, empieza a investigar, a conocer y a toparse con culturas que nunca habría imaginado que existían.

Y claro, luego llegan un António Salas y su "Diário de un skin" o un "American History X" y todo acaba reduciéndose a neonazis y palizas a negros y musulmanes. Pero hay más, mucho más que eso. Skinheads y racismo son como agua y aceite. Son (o eran) contradicción pura. Para aquel que esté interesado en dar un paso más allá, aquí va este video: Skinhead Attitude.



Última hora: revisando los links de este post y en específico el del pogo se ha comprobado una vez más que la realidad supera la ficción. En relación a este baile, la Wikipedia dice: Un grupo de investigadores de la Universidad de Cornell han estudiado el comportamiento en estas situaciones analizando diversos vídeos encontrando similitudes con el movimiento de las partículas en un gas. Y uno no puede dejar de pensar que tan sólo esta prestigiosa universidad podía abordar tan serio asunto.
Y cuando uno se da cuenta que Sid Vicous podría haber sido el creador del pogo la preocupación aumenta aun más; asunto serio y controvertido este (juassss).
leer más...