Allá vamos, de nuevo : PANTA REI

23 octubre 2008

Allá vamos, de nuevo

A mi espalda gritaban más y más, a medida que se sentían ya parte del pasado, tanto más yo los arrinconaba en mi bolsa de viaje. Ya esos casi tres meses en mi querida Barcelona dejaban paso a la segunda parte de la historia inacabada. Allá íbamos de nuevo, visado de turista en mano y preparado para llamar a todas las puertas en busca de un trabajo.

Noches de fiesta de barrio, conversaciones magníficas al temple del ron y menos grancilocuentes al arrullo del Mediterraneo resacoso de agosto. Reencencuentros con gentes, lugares y sensaciones renovadas al instante de ser revividas. Interminables jornadas de amigotes, Play Station, cerveza, risas y especias varias. Hay que sacarle partido a las 24 horas de luz antes de volver a la incertidumbre del generador y a la dictadura de las baterias de litio.

Con la panza atiborrada de suave foie, vinito bueno, tapitas de boquerones y tablas de quesos aumentamos las reservas para sobrevivir al letargo del invierno angoleño. Las caminatas de madrugada por calles desiertas, de lado a lado, dejarán paso al recogimiento a horas más que razonables.


Empaqueto a conciencia todas esas pequeñas maravillas de mi tierra y de mi gente para redoblar el empuje durante los siguientes meses. Las vacaciones acabaron y yo aun tengo en el armario regalos por repartir. El tiempo voló, se escurrió entre los dedos, pero ni un minuto fue desaprovechado. Veneramos al gran Adriano a los pies de su gran arco en Atenas; le agradecimos su culto a los clásicos y recorrimos la tierra de Heródoto durante unos días.

Ahora toca hacerle un hueco en la maleta a nuestros guías, para que nos muestren el camino cuando estemos de nuevo en los dominios del Rey Negro, en la tierra del caos y el desorden. En tiempos de crisis -¿económica, social, política, moral?- para el occidente supuestamente desarrollado, qué mejor receta que dirigirse hacia el país de la eterna crisis -económica, política y social- para relativizar las cosas. Se espera un cambio, dicen, en el modelo capitalista, pero esperémoslo allende nuestras fronteras, allá donde se expolia al prójimo, allí de donde proviene la riqueza saqueada, donde reina el individualismo más voraz.

Civilization belongs to white, but, which civilization and until when?
William Walker en Queimada
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