Sobre Crisis, Elecciones Catalanas y El Mundo en GeneralCambio BolígrafoY La Lluvia Llegó a MaputoEn Imágenes: The Reed DanceDe Fotografía, Reyes y Vírgenes: The Reed DanceIt's Swazi Time: BushFire Festival 2012Cool Hunters de CampoVerdades como AnillosCuando Gran Hermano te envía cupones de descuentoUn Lunes al Sol CualquieraLa RedEtnocentrismosDepende Del Prisma Por El Que Se MirePaseando en Cinemascope : PANTA REI

25 octubre 2012

Sobre Crisis, Elecciones Catalanas y El Mundo en General























Mis amigos no hacen otra cosa que enviar retahílas de mails interminables sobre política, crisis, elecciones autonómicas, corrupción y vuelta a empezar.
Y claro, eso le queda a uno taaaaan lejos de aquí que no puede más que expresar su opinión breve y concisamente. Si no es falta de empatía no, es cansancio. 

Que uno ya es patrón hace algunos años; bueno, se es "o patrão" o el "boss" o "o chefe", pero no por cuestión de relaciones laborales, no, sino por cuestión de color de piel.
Quien quiera insurrección, que le pregunte al Último. El estilismo del video no tiene desperdicio.






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10 septiembre 2012

Cambio Bolígrafo




Cambio bolígrafo 

por cámara de fotos.

En tiempos de crisis, 

mejor diversificar lenguajes




This Is My Social Lab



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05 septiembre 2012

Y La Lluvia Llegó a Maputo





























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En Imágenes: The Reed Dance



































































































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28 agosto 2012

De Fotografía, Reyes y Vírgenes: The Reed Dance

Tras tres meses de hibernación en la funda, es hora de desempolvar a la joya de la familia. Es Swazi time de nuevo, es la hora del reino, de las costumbres y tradiciones. Es hora del Reed Dance o UmhlangaQueda terminantemente prohibido el Instagram. 
No, no es esa noticia de medio minuto que sale cada agosto en los telediarios, justo después del apartado de sucesos y antes de los deportes, sobre un lejano y curioso reino en el Sur de África, llamado Swazilandia. Este es un rito real, sin mayúscula, en un reino real, con un rey con problemas reales. Aunque convertido en espectáculo para curiosos, continua teniendo su significado y su importancia cultural en este mundo post-moderno. Aquí, cada año las vírgenes bailan y el rey escoge. Vamos, lo mismo que ya viene ocurriendo en la sombra desde hace algunos años en el Reino de España.


AVISO: este espectáculo está calificado como "apto para todos los públicos,  incluidos Republicanos y antimonárquicos". 
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25 mayo 2012

It's Swazi Time: BushFire Festival 2012
















Este fin de semana, a culturizarnos a Swazilandia con el BushFire Festival. Buena música y buen rollito, con un aire gaudiniano también.










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11 mayo 2012

Cool Hunters de Campo























El sociólogo mozambiqueño Carlos Serra comenta en su blog sobre el negocio de la ropa usada en África y nos invita a leer este artículo publicado en The Guardian.
La verdad es que éste es un ejemplo más de cómo el proceso de globalización - fenómeno que elimina cualquier barrera geográfica, comercial y cultural - nos conduce inevitablemente hacia la homogeneización cultural. 

A pocos debe escandalizarle ya este tema, y si lo hace, han tener en cuenta que el mismo dice mucho más sobre aquella parte del mundo que empaqueta y se deshace de lo que le sobra que de aquella otra que desempaqueta, selecciona y compra lo que le falta. Cuestión de oferta y demanda, para regocijo - y beneficio - de los intermediarios.

Que a nadie le asalte el sentimiento de culpa, por favor, que no le entren los remordimientos de conciencia y, sobre todo, que nadie reconsidere sus hábitos y costumbres durante la época navideña; pues la parte positiva de este nicho de mercado es que ofrece postales, como mínimo, pintorescas y simpáticas, aunque en la mayoría de los casos puedan ser principalmente surrealistas.

Sin embargo, el grado de surrealismo de estas situaciones es proporcional al grado de desconocimiento del observador de la relación real entre sujeto y objeto. En otras palabras, encontrarse con un campesino con un look moderno vistiendo una camiseta de Beyoncé en una comunidad remota de Angola, nos puede parecer simpático a priori e incluso sorprendernos, aunque tan sólo antes de saber que el sujeto es un fervoroso seguidor de esta cantante. Así mismo, nos podría arrancar una sonrisa encontrar a una mujer del campo angoleño vistiendo una camiseta del Che, aunque quien conozca el pasado comunista de este país puede llegar a la conclusión de que no es una casualidad y que la mujer sabía perfectamente lo que compraba aquel día en el mercado local. Igualmente, alguien puede pensar que un africano que lleve un gorro ruso - con aquellas alas acolchadas que tanto agradecen las orejas - en un día de sol y a 28 grados debe ser muy friolero o no saber que eso es un gorro que ¡usan los rusos!, aunque quizás cometa el error de obviar el hecho que, simplemente, el hombre compró ese en particular porque le quedaba bien, o quizás porque su vecino haya creado tendencia con el suyo de leopardo y la cosa haya derivado en una mera cuestión de querer - o tener que - ir a la moda.

En definitiva, que la base de las decisiones de cada individuo en lo relacionado con el consumo, es la misma en cualquier lugar de este mundo globalizado.  El deseo de consumir llega a todo canto y persona de cualquier hemisferio, de una forma u otra, ya sea a través de grandes centros comerciales como de mercados locales polvorientos. Ese deseo nada tiene que ver, desde mi punto de vista, con la dignidad de las personas, pues todo aquel que conoce y es consciente de cualquier simbología o significado que pueda tener el producto escogido - la cara de un Che, un Michael Jackson o una Beyoncé - tanto puede pertenecer a un estrato social más elevado como a uno inferior, a una capital de país como a una aldea de provincia, a un país (económicamente) avanzado como a otro (económicamente) menos desarrollado. Y lo mismo con aquellos otros consumidores que no tienen ni idea de lo que consumen, mayoría ésta, irónicamente, allí en el Norte más (económicamente) avanzado. Quiero decir, mezclar aquí dignidad humana con hábitos de consumo es como sumar uvas y peras. En lo que algunos ven una amenaza y un atentado a la dignidad humana, otros ven moda a precio asequible. 

De esta forma, un juicio de valor nunca debería ser hecho antes de conocer la relación del sujeto - comprador/consumidor - con el objeto - producto -, independientemente de la condición y procedencia del objeto. Que lance la primera piedra aquel(la) que nunca haya entrado en una tienda a mirar ropa y haya comenzado, sin darse cuenta, por la sección del género opuesto. Aquel(la) que de no haber podido contar con los millones de estímulos - colores, olores, fotografías, maniquíes, etc. - que indican que algo falla en esa sección habrían acabado comprando la prenda (socialmente considerada) equivocada. Deberíamos preguntarnos cuáles serían nuestros gustos y hábitos de consumo en ausencia de tales "ayudas". Eso es, precisamente, lo que ocurre con la ropa de segunda mano importada. Cuando uno llega a un mercado, empieza a buscar y rebuscar entre los fardos y montes de ropa algo que le guste y se le ajuste y no tiene esa cohorte de dependientes tras de sí ni de pistas que le guíen en su experiencia consumista, el resultado puede acabar siendo el mismo que el de esas mismas postales simpáticas y pintorescas de las que hablábamos antes.

Por otro lado, cualquiera de nosotros hemos heredado ropa de nuestros hermanos alguna vez en nuestras vidas, así es que qué diferencia hay en que algunos la "hereden" de sus hermanos (blancos) de más al norte (se oyen murmullos e insultos, se palpa crispación entre la plana de lectores). O mejor aun, ¿es que acaso no es super cool comprar aquella ropa de los 70 en esas tiendas fashion de segunda mano desperdigadas por el centro de algunas ciudades? Es sorprendente que el marketing haya conseguido el hito de llegar a diferenciar ese mercado del de, por ejemplo, la ropa usada de Cáritas: misma ropa para público diferente. 

Yo, sin ir más lejos, allí en Lubango, heredé gran parte de mi armario de mi querido vecino Nelson.


































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23 abril 2012

Verdades como Anillos

















- Tengo que decirte algo que nunca le he dicho a nadie antes: 

¡No me gusta la poesía!

Y en aquel momento bajé la mirada hacia mi mano izquierda, 
con la tranquilidad de quien posee esa reconfortante certeza de que todo
 encaja.

Y Sant Jordi pasó de puntillas, con un cucharón en una mano 
y una tarrina de Häagen-Dazs de chocolate en la otra.
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11 abril 2012

Cuando Gran Hermano te envía cupones de descuento

Una de las cosas más interesantes que ofrece el análisis estadístico de datos es la posibilidad de realizar inferencias y predicciones. De hecho, la Econometría se basa en la creación de modelos estadísticos que consigan explicar la realidad (económica) compleja además de predecir futuros escenarios.
Pero, ¿qué pasa cuando vivimos en una sociedad en la que todos y cada uno de nuestros hábitos, gustos y costumbres quedan registrados y almacenados en infinidad de bases de datos? El mundo nunca ha poseído y gestionado tanta cantidad de información como la existente hoy en día. ¿Cuál es el resultado del matrimonio entre esa industria de la (recogida y gestión de) información y la estadística aplicada a la mercadotecnia? Pues casos como éste, en el que el padre de una adolescente supo que ésta podía estar embarazada gracias a los cupones de descuento para productos de bebé que una grande cadena comercial le enviaba a su hija.
Dejando de lado los juicios éticos sobre este tema así como el tono sensacionalista de la noticia y su interpretación sesgada de la realidad,  a mí lo que me deja maravillado (como persona que se dedica a la recogida y análisis de datos) es la capacidad sin límites del análisis estadístico, que cuenta con el apoyo de ordenadores cada vez más potentes para el procesamiento de datos.
Y es que hoy en día, Gran Hermano ya no necesita cámaras para vigilarte, sino registros de navegación en internet y cuentas de la compra; ya no te envía a casa un escuadrón de bomberos para acabar con toda tu colección de libros, sino que se basta de unos simples cupones de descuento para acabar con tu felicidad; la Ciencia y la Técnica ya no son el enemigo, ahora lo es la Estadística.






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20 febrero 2012

Un Lunes al Sol Cualquiera

Qué pasaría si mezcláramos sensualidad y buena música...

El resultado sería algo así como esto.



Y sí, ya hubo experimentos anteriores, pero ninguno encontró su sitio como lo hizo Raquel
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09 febrero 2012

La Red
















Vivo sin Twitter, sin MySpace y sin Facebook,
y, asombrosamente, parece que aun tengo amigos (creo).
Mi móvil, no es que no sea "smart", no, es que directamente es un idiota integral. Cuando me llegan los mensajes de texto, la hora de envío está dos horas atrasada. El colega vive en otra franja horaria y parece feliz en ella, oye. Además, tengo activado el símbolo de mensaje pendiente de leer (el sobrecito ese arriba a la derecha de la pantalla) desde hace ya casi seis meses. Un día, me llegó la mitad de un mensaje y nunca más llegó el resto. Quiero decir, que además de idiota, mi móvil no sabe dar los recados.
Para rizar el rizo, hace tres meses que acabé de pagar un teléfono mucho más inteligente que este burro. Era español y había estudiado en las mejores universidades, así que prometía. Pasé 18 meses obligado a permanecer en la compañía telefónica antes de poder darme de baja, simplemente porque se me ocurrió usar unos puntos de esos que, en teoría, te has ganado tú gracias a tu consumo desenfrenado durante meses (y aun más si usas el servicio de Roaming).
El teléfono en cuestión lo usé tan sólo durante tres meses, antes de que me lo robaran aquí en Mozambique. Los restantes 15 supongo que se pueden considerar como amortización de la deuda, pues con el móvil se fue el chip y con él todas mis esperanzas depositadas en los 2,15 Euros el minuto en Roaming. Me hubiese salido más barato pedir un crédito a los de Cofidis que usar el programa de puntos de Orange
En fin, que con ese panorama la cosa pinta muy fea para poder integrarme en la red. Y para colmo, tras ver la infumable película de la historia de Facebook me cogió una especie de tabardillo y me di de baja de la red (anti)social. Y claro, ahora hay gente que me odia, y con razón, pero curiosamente ya nunca he vuelto a recibir por e-mail aquel alud de invitaciones para unirme a la red de ninguno de mis antiguos contactos. No sé, creo que como en realidad nunca he dejado la red, pues mi perfil nunca ha sido eliminado de la base de datos de Facebook, ya no necesitan persuadirme de que me una a ellos. 
Y eso me da que pensar, pues Facebook distingue bien entre los objetores de conciencia, que como yo tienen (o tuvieron) cuenta pero están conscientemente desconectados, y aquellos que aun nunca abrieron una. Es decir, parece que no les interesa si realmente usas o no tu cuenta, sino si has entrado o no ya en la red, pues cuando se entra ya no se sale.
Echo de menos las cientos de solicitudes diarias en mi bandeja de entrada.
Me han condenado al ostracismo. ¿O me he condenado yo solito?
Aló,
¿Hola? 
¿Hay alguien ahí?
Manifiéstate
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Etnocentrismos





“Primitivos”

¿Realmente es tan extraño que algunas personas no quieran unirse a la sociedad mayoritaria?
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28 enero 2012

Depende Del Prisma Por El Que Se Mire






















Y pensar que en España se juzga a unos por recibir trajes y relojes a cambio de favores y a otros por solicitar financiación de cursos y seminarios
Dependiendo del prisma por el que se mire, estos no dejan de ser unos amateurs al lado de los verdaderos profesionales de la corrupción. Pura calderilla, vamos.
Las élites de algunos países se han convertido en verdaderos especialistas en el tráfico de influencias y el clientelismo (aunque, más bien, se trate de "familiarismo"). Sin aspavientos, pero también sin cortarse un pelo, hacen y deshacen a su antojo y mezclan lo público con lo privado sin ningún complejo.
Así pues, hay que relativizar las cosas, ponderarlas y ser conscientes de que mientras que unos podrían haberse beneficiado de algo más que unos trajes y unos Louis Vuitton y no lo hicieron (o, como mínimo, no se ha podido probar), otros podrían bien conformarse con el beneficio de unos cuantos trajes y unos Louis Vuitton y, en cambio, parece que no les es suficiente. 
El escenario actual lleva a pensar que estamos ante un cambio sustantivo de las relaciones Norte-Sur. Las diferencias en la distribución por país de los niveles de corrupción son un indicador de ello. En época de crisis (aunque sólo sea para una mínima parte de la población mundial, pues la gran mayoría vive en una situación de crisis continua), y tras la explosión de la burbuja dorada, el raquitismo del botín cosechado por los primeros contrasta con la pomposidad del de los últimos. El mundo ya no es el que era y mientras unos tienen que bajar la cabeza, aceptar la derrota (¿temporal?) y pedir ayuda desesperadamente, las (¿nuevas?) élites se regocijan en su nueva posición ante el mundo (que no ante sus propias sociedades) y aprovechan para sanear sus arcas. 
Algo ha cambiado de verdad, sin embargo todo continúa siendo igual. Todo depende, como siempre, del punto de vista del que se mire; los dos lados de la misma moneda.


La cara



Y la cruz


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12 enero 2012

Paseando en Cinemascope

Paseando en Cinemascope por... Panamá...


























































































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