A la deriva la barca de los niños
(siluetas alegres del crepúsculo)
se desliza, al trasluz.
Ellos mismos la voz de su recuerdo
repiten la extraña profecía.
¿Cuántos años tenéis?
No lo sabemos.
Quizá diez, quizá veinte, quizá treinta…
Sólo una cosa es cierta: que aquí estamos
¿qué importa lo demás? ¿Y tú, quién eres,
lector? ¿Hombre o mujer?
No importa: niño.
Niño siempre, pues este tu recuerdo
eterniza tu infancia. Eterno niño,
te duermes escuchando,
relajados los nervios,
tu propia historia sin lógico argumento,
cuento lleno de entrañas y de vida,
de lloros y de estornudos de pimienta,
niño, cerdito y ángel, poesía
hecha de mocos, luciérnagas y estrellas.
Los duendes y las hadas, siempre tuyos,
ha llegado su hora,
regresan a tu lado.
Sal, pues, a recibirlos: pero antes
es pacto ineludible que te duermas.
Tan sólo así despertarás soñando
a ésta tu rara felicidad nocturna.
Duérmete y sueña, y cuando despertares
de este sueño que es tu vida verdadera
(tu vida pura y secreta de la infancia),
eternízala con lápiz de colores.
Escríbela con poca ortografía
y tanto corazón, que sólo baste
a que frunzan el ceño los pedantes.
Y saldrá un libro. Guárdalo. Es precioso.
Su estuche es el armario de los niños.
Que nadie lo abra. Pide a Papá Noel
que te traiga un candado para él.
Lewis Carroll
“Alicia en el País de las Maravillas”
2 comments: on "Niño, siempre niño..."
Después de leer esta poesía salgo corriendo hacia al armario buscando mi traje de Peter Pan, e intentando recordar como hacia para que campanilla entrara por mi ventana, hace ya tanto tiempo ... hecho de menos al niño, hecho de menos a campanilla
Ayer cumplí años…no sé cuantos, quizá diez, quizá 20, quizá 30…y sé que sólo una cosa es cierta, que aquí estamos, aquí seguimos con las personas que queremos, aquellas que siempre están contigo de una manera u otra…no importa que esas personas hayan cruzado el puente, ni siquiera importa que vayan a cambiar de continente…en la amistad no cabe final...las personas que quieres las llevas dentro..
Recuerdo que de niña alguien me regaló una vez esta poesía…y gracias a él y a ella, aún de vez en cuando me siento niña. Yo seguiré escribiendo mi cuento con los ojos manchados de luz…y mientras, escucharé la voz de tu recuerdo. Disfruta de tu camino chinito y detente a disfrutar de todo lo que se presente…
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